El cerebro: Más allá de los prejuicios.


ARTICULO III.



De siempre se ha diferenciado entre hombres y mujeres dando menor valor a todo lo relacionado con el sector femenino. Siempre se ha dado mayor valor a las capacidades y habilidades de los hombres de ahí esa necesidad imperante de la sociedad feminista para luchar por una igualdad entre ambos. Catherine Vidal nos invita en este texto a evaluar esas diferencias, cuestionando si son innatas y existen también a nivel neurobiológico o si son aprendidas por aquello que nos inculca la sociedad que nos envuelve. En el S.XIX y gracias a técnicas más moderadas se pudo estudiar el cerebro de manera más exhaustiva y demostraron que si existen ciertas diferencias neurológicas entre hombres y mujeres, pero estas son a nivel de sinapsis neuronales que poco tienen que ver en las aptitudes y conductas de cada individuo. Si bien queda claro algo es que la parte aprendida existe y que por supuesto queda influenciada por la familia, la cultura y por el entorno que nos envuelve en general A lo largo del texto se dan diferentes características neurobiológicas del cerebro, entre las cuales entiendo como principal la plasticidad que aclara procesos que nos ayudan a establecer nuestra individualidad. Aspectos a valorar, según Vidal, hay muchísimas hormonas, conexiones sinápticas, interacciones sociales, cultura, educación; y cada uno de estas influyen en nuestra identidad con lo cual fácilmente la diferenciación de género tiene que ver exclusivamente con nuestro desarrollo neurológico. Si bien es cierto existen diferencias entre el cerebro masculino y el femenino, estas no eran las causantes del comportamiento de uno y otro. Los seres humanos en sí nacemos con grandes diferencias que nos hacen únicos pero no nos separan por géneros a excepción del funcionamiento biológico por cuestiones puramentente de funcionamiento. Finalmente queda claro que a pesar de las diferencias biológicas nuestra forma de diferenciar entre hombres y mujeres es puramente educacional guiándonos por la sociedad en la que estábamos inmersos.

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